La polla superlativa del porno

Un hombre a un pene pegado. Una polla superlativa. Un mimebro viril con el que se podrían derruir ciudades enteras e inundar de lefa sus calles polvorientas. Un trozo de carne con el que se podría alimentar a toda la población de Zambia durante dos meses. Una barbaridad. Ya conocéis el armamento que gasta Danny Dong, así que no hace falta recrearse en más descripciones. Hoy su víctima es el ano de la rumana Honey Demon, que a pesar de tener un nombre tan perverso la vamos a ver en dificultades, intentando evitar que sus ojos salgan disparados de sus cuencas al recibir tamaña criatura bíblica por la puerta de atrás.

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