El domingo 25 de enero del año 2004, tras rezar el Angelus, el Papa Juan Pablo II recibia en la Sala Clementina al Grupo de Formación Cultural y Artística de Polonia, cuyo fin es promover la recuperación de jóvenes marginados y pobres mediante el arte. Tras presenciar un espectáculo de breakdance el Pontífice recordó que “en el ser humano artífice se refleja la imagen del Creador, lo digo también para que todos los artistas aquí presentes sean conscientes de que este reflejar a Dios supone una gran responsabilidad. Sobre todo responsabilidad para sí mismo y por el propio talento para servir con él al prójimo y a la sociedad”.
Esta insólita situación sirvió de inspiración para que el artista Cosmo Sarson realizara el cuadro que he seleccionado como foto del día. La obra es una reconstrucción basada en la fotografía que varios periódicos se hicieron eco, pero cambiando al bailarín y al Papa por Jesucristo y un séquito de cardenales aplaudiendo el talento divino.
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